PERMITIRSE LA POESÍA

“La escritura me salvó la vida” me dijo un docente una vez y, desde ese entonces, las palabras que podía escribir lograron cobrar un nuevo sentido.
Lo indescriptible y perceptible que pueden ser las palabras expresadas en versos, poder plasmar lo que se lleva dentro. Si tengo que hablar de escritura e identificación, quiero referirme a la poesía.

Violencias invisibilizadas.

Poco ortodoxa, Shtisel y otros títulos de ficciones que muestran desde adentro al judaísmo ortodoxo sacaron a la superficie costumbres y tradiciones patriarcales y arcaicas que en el siglo XXI esa comunidad aún mantiene. La escritora Tamara Tenenbaum[1] también ha contribuido a visibilizar estos temas hablando desde su propia experiencia sobre cuestiones que para casi todxs resultaban desconocidas. A partir de las críticas de aquellas series que fui leyendo, me surgieron preguntas acerca de cómo nombrar lo que viven algunos grupos de mujeres puertas adentro de sus comunidades, como las judías ortodoxas.